Cornelio García vivió grandes años en Sultanes y se ha convertido en uno de los historicos de la organización

Jugó cuatro temporadas con los Sultanes de Monterrey, tiempo suficiente para mostrar su inmensa categoría sobre el terreno de juego. Naturalmente, nos referimos a Cornelio García, el nativo de Ensenada, B.C., quien ostenta el mejor promedio de bateo de todos los tiempos, entre jugadores con más de seis mil veces al bat.

Cornelio promedió .345 milésimas al momento de retirarse de la actividad, hecho acaecido después de la temporada 2007, ayudando al club en la conquista del noveno campeonato de su historia.

El notable jardinero y posteriormente primera base y bateador designado se constituyó en uno de los grandes ídolos de la afición regiomontana.

Llegó a Sultanes en 1995, colaborando en el bicampeonato de la novena a mediados de los años 90.  Fue uno de los factores claves en la novena dirigida por Derek Bryant. En su primera campaña promedió .348 con el bat y en la siguiente .345. Cornelio estuvo explosivo en ambas campañas. Sin embargo, en 1997 tuvo una actuación monumental al finalizar con .382 milésimas, con lo cual, obtuvo el título de bateo.

El reconocido bateador fue un bateador muy consistente al grado de liderar al club en juegos jugados, 104; veces al bat, 391; carreras anotadas, 83;  hits dobles, 24; hits triples, 11 y bases robadas: 34. Todo eso en la temporada de 1995. Un año más tarde fue el mejor sultán en hits conectados con 87. En 1997, además de ganar el título de bateo, lideró al club en veces al bat con 448; carreras anotadas, 86; hits, 171; dobles, 24 y bases robadas con 22.

Su consistencia con el bat lo tiene situado en cuarto lugar de bateo de todos los tiempos, en la Liga Mexicana de Beisbol, hecho que lo enorgullece bastante. Sus .345 milésimas solo son superadas por las .372 de Alfred Pinkston, las .355 de Alonso Perry y las .354 de Jimmie Collins. Esas son palabras  mayores.

Entre tantas cosas sucedidas en su carrera, Cornelio recuerda algunos de sus momentos inolvidables. Creo que uno de mis mejores momentos fue haber ganado el título de bateo con los Sultanes en 1997, cuando peleé con Polonia (Luis) hasta el último día. Ese es uno de los momentos más importantes de mi carrera. Eso fue inolvidable por el apoyo que sentí de la gente, cada vez que iba a batear me aplaudían, me animaban, por que estuve peleando todos los días y en cada turno al bat, hasta coronarme, comentó.